dimecres, 26 de març del 2014

Dècada anys 70 - Any 1971


Teatre infantil

(Notes a la revista “Horizontes” de Banyoles)

Secció “Noticias en cadena”

-      “Hay que ver como se divierten los chiquillos y como se desternillaban de risa algunos padres acompañantes ante las peripecias del pintor haragán de “Tres i no res”, esta pequeña obrita de Apel.les Mestres, prodigio de ingenio y habilidad”-

-      “ Los colaboradores del espectáculo navideño dels “Pastorets” celebraron el tradicional ágape en la fonda Can Banal, reinando entre todos una gran camaraderia”.

-      FESTINFANTILANDIA.- Organizado por los estudiantes del 4º Curso de la Academia Abad Bonito y bajo el patrocinio de la junta directiva del Círculo de Católicos i “Agrupació Amics del Teatre”, tuvo lugar el domingo por la tarde el 1èr Gran festival Festinfantilandia”, cuyo programa, establecido en tres partes, corrió bajo la dirección y montaje musical de Joan Solana, secundado por Joan Padrés en la parte luminotécnia. El festival, de caràcter más bien musical y cómico, fué muy entretenido y del agrado del público infantil que llenó el local del teatro Círculo de Católicos, saliendo todos muy complacidos por esta velada.

LA REPRESENTACIÓN DE “LA VENTAFOCS”.- En el Grupo Teatral del Círculo de Católicos crece el desánimo entre sus componentes. A principios de temporada se propusieron organizar unas representaciones de teatro especialmente dedicado a la infancia, combinando con otras de carácter más amplio y popular. Desde octubre que no han dejado de ensayar casi diariamente habiendo presentado las siguientes obras “El divino impaciente”, de Pemán; “Tres i no res” de Apel.les Mestres; los tradicionales “Pastorcillos”; “Nines i ninots” de Lluis Coquard, y recientemente “La Ventafocs” de Folch i Torres. Pero el esfuerzo realizado por el Grup teatral no se ve coronado por el éxito y se extiende el desaliento sobre todo por la dificultades que les van saliendo al paso y van atenazando cada vez más al elenco.

 A la chita callando y sin publicidad -verdadero contratiempo- se representó en dos sesiones de escaso público la obra de Josep M. Folch i Torres LA VENTAFOCS. Partiendo de la base de que en un espectáculo infantil, un adulto debe asistir como si fuera un espectador más con verdadero espíritu de niño ( de no ser así, no resistiriamos ni cinco minutos de griterio) uno ha compartido con ellos, sufriendo y gozando, y aplaudiendo al final a un Elenco que, a pesar de sus quebraderos de cabeza, ha volcado todo su entusiasmo para contentar a este conjunto de chiquillos entregados totalmente en seguir el desarrollo de un –para ellos- ignorado y atractivo argumento.

Dirigida por Jaume Albertí, “La Ventafocs” ha sido interpretada por un grup formado por las actrices Carme González en una expresiva “Poncellina” que se ganó todas las simpatias del público; Filo Rodríguez en la “Vella Maria”, bien en su papel de mujer anciana, quizá el más bien resuelto de todo el reparto; Maria Àngels Miret en la “vaquera” Pepona, desenvuelta y garbosa; Cata Noguer i Asun Freixa en los papeles de “Girasol” y “Roserblau”, deliciosament antipáticas, aunque bastante atascadas en la dicción; Maria Àngels Reverter en la madrastra “Florinda”, sentenciosa y concisa en sus  rèplicas. Los actores fueron Joan Solana en Badinet el paje, personaje simpático de la obra y el que salvó junto con Lluis Soler (en Fidel, el viejo mayordomo) muchas indecisiones de conjunto; Francesc Mayolas pleno de naturalidad y acertando difíciles situiaciones en el primer acto, y Jaume Albertí en el príncipe, difícil papel resuelto con admirable sencillez. En breves papeles actuaron Rafel Serralvo, Josep Masó i Joan Padrés, prestando una meritoria ayuda en la labor de conjunto.

La obra fué presentada en vestuario actual (nos dicen que debido a la dificultat de alquiler de trajes de la época, por su elevado precio). La escenografia ayudó eficazmente al logro de la representación con cuatro extraordinarios decorados de los legados por el artista local Joan de Palau al Círculo de Católicos, verdaderas obras de arte que fueron pintadas para La Passió de Banyoles” y que sirvieron magníficamente a la obra de Folch i Torres. Los efectos especiales fallidos en la primera representación, tuvieron un mayor acierto en la segunda, no así la luminotecnia que tuvo sus altibajos. Los efectos musicales (grabaciones de Martinez Valls i Granadas) coadyuvaron a dar el clima apropiado en muchos momentos. Lástima que no se acierte aún con la tonalidad adecuada que precisan los altavoves de la sala. La música que debia ser de fondo sobreponíase al diálogo, corrigíéndose frecuentamente sobre la marcha produciendo un efecto pésimo.

 En fin, se representó LA VENTAFOCS a pesar de todo, y pudimos constatar que gustó a los espectadores. A la salida vimos un grupo de pequeños que esperaban en la plaza, para poder contemplar a Poncellina vestida en traje de calle. Al reconocerla una niña preguntó: “No la tornareu a fer un altre diumenge?”. Una señora anciana afirmó: “Aquestes sí que m’agraden perquè són del meu temps!”. He aquí el signo de unas generaciones que siguen aceptando La Ventafocs, la “rondalla de vora del foc”, que de la mano del insigne Josep Maria Folch i Torres consiguió ser la obra más representada, milenaria en toda Cataluña, y que por primera vez ha sido representada en catalán en un teatro bañolense gracias a la Agrupación Teatral del Círculo de Católicos.

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